La historia de Nordair (I)

LA HISTORIA DE NORDAIR

Nordair tenía una pasión, un defecto, algo que los otros le recreminaban, pero que él encontraba con gusto. Siempre que podía, siempre que encontraba el momento, lo hacía, y eso era siempre.
Por la noche era lógico, pero por la mañana, las del sábado y el domingo, después de desayunar y haberse aseado, no era tan lógico. Sin embargo, después de comer era más normal, personas que Nordair conocía habituaban a hacerlo, sobre todo su abuelo. También había tardes que se hacían eternas, y a Nordair no le gustaba que el tiempo pasase sin sacarle ningún provecho, por ello, él lo hacía.
No sabía su origen, no sabía cuando empezó a hacerlo, quizá se debía a su condición de adolescente, o quizá a una leve enfermedad. El caso es que a Nordair siempre le podía, siempre preveía el momento en que se mostraría y atacaría, pero a Nordair no le interesaba combatir y hacerlo frente, le placía rendirse ante él.
Ella no tenía nombre, era roja y agradable al contacto, a Nordair le gustaba, es más, Nordair la quería. Era su compañera de aventuras, con ella pasaba los mejores momentos, con ella se relajaba y disfrutaba. Siempre estaba junto a Nordair, y le hacía mantener su temperatura corporal, era su complemento, una parte de él y sin ella nada sería igual.
Nordair quería a su manta, la tenía desde pequeño, y lo que más le gustaba hacer con ella era dormir.